Desde pequeño odio a esas personas que llegan a una fiesta y quieren poner su música, porque si no, él (o ella) y sus amigos (que son varios) no se divierten. Sí, esas personitas que van a la fiesta, pero en realidad querían ir a un karaoke, a un concierto de Yuri, revivir los de Timbiriche, escuchar banda o todas esas cosas juntas.
Ahora, con la llegada de Spotify y con la firme convicción de que todo aquel que tenga un celular puede ser DJ, esto se ha incrementado a grados verdaderamente insoportables.
Si tú eres uno de esos, pues déjame decirte que no, no eres dj. Sólo conoces tus gustos y los de tus amigos que se dedican a vivir la misma fiesta una y otra vez. Que eres una persona que espera ir al cumpleaños de algún amigo, no a festejarlo, sino a que te entretengan con lo mismo que escuchaste en el antro al que fuiste al día anterior. Que no sabes escuchar, que en realidad no sabes divertirte, sólo sabes seguir el playlist que escuchas en los 40 principales y que llevas en tu i-phone a todo viaje, paseo y fiesta que vas.